los All Blacks desataron todo su potencial y se quedaron con la medalla de bronce luego de golear 40-17. El wing Ben Smith resultó la gran figura al apoyar dos de los seis tries de los All Blacks, reavivando la controversia por su no inclusión en los partidos cruciales de Nueva Zelanda en este Mundial, en cuartos de final y semifinales. Joe Moody, Beauden Barrett, Crotty y Richie Mo’unga apoyaron los restantes; el apertura contribuyó también con 10 puntos con el pie (cinco conversiones).
Como suelen ser los partidos por el tercer puesto, primó el juego ofensivo y las defensas fueron algo más laxas que de costumbre. Recuperados anímicamente del golpe que significó la eliminación en semifinales ante Inglaterra, sin la presión por el resultado, Nueva Zelanda logró plasmar en la cancha el juego que pregona e impuso su característica dominación física con capacidad de desequilibrio en ofensiva.
Es la tercera vez que Nueva Zelanda se queda con la medalla de bronce, como había ocurrido en 1991 y 2003. Gales finalizó cuarto como en 2011, igualando la segunda mejor marca de su historia (en 1987 fue tercero), pero con un equipo diezmado por las lesiones poco pudo hacer ante el poderío de los de negro.
El tercer puesto, en definitiva, resultó un premio consuelo para un equipo que vino en busca del tricampeonato. Es la tercera vez que Nueva Zelanda se queda con la medalla de bronce, como había ocurrido en 1991 y 2003.
Info y data: lanacion.com.ar